Sigüenza, ciudad medieval, pero también exponente del Renacimiento, la Ilustración, el Barroco y hasta el Neoclasicismo, ubicada en la provincia de Guadalajara ( Castilla La Mancha ), es de esas joyas que uno debe visitar en algún momento de su vida.
Sus primeros habitantes conocidos fueron los Celtíberos, llamándose entonces Segontia.
Posteriormente la habitaron los Romanos, Visigodos y Musulmanes, siendo reconquistada por Bernardo de Agen en el año 1124 d.c.
En la segunda mitad del s. XV vivió su máximo esplendor con el empuje del Cardenal Mendoza, quién fuera su Obispo.
Durante la oscura etapa de la Guerra Civil Española, la ciudad fué sometida a diferentes asedios por parte de ambos bandos, sufriendo importantes destrozos.
Su imponente Catedral empezó a erigirse en el s. XII en estilo románico, aunque durante sus años de construcción fué recibiendo influencias góticas y barrocas, de ahí su importancia y grandeza arquitectónica.
Sigüenza es conocida como Ciudad del Doncel, ya que en una de las capillas de su Catedral se encuentra la sepultura del Doncel de Sigüenza, Martín Vazquez de Arce, quién muriera en la Reconquista de Granada y a quién su familia le levanto un monumento funerario realizado en alabastro y que está considerado como una de las mejores representaciones del gótico español.
Los diferentes pueblos y culturas que la habitaron han dejado numerosos vestigios como el Castillo, las iglesias de San Vicente o de Santiago, la muralla y sus innumerables puertas, la judería, etc.